Errores que debes evitar lavando el coche

Si estás leyendo esto probablemente seas de los que les gusta cuidar su coche. A la mayoría nos incomoda verlo sucio y como van apareciendo, con el paso del tiempo, defectos en la carrocería. Me refiero a los pequeños arañazos o remolinos, también llamados swirls, entre otros defectos.

Voy a detallarte los errores más comunes que se cometen lavando el exterior del coche. Errores que son la causa de un mal acabado, con restos de suciedad y los que originan muchos de los defectos que acabo de comentar.

Lo cierto es que, no solo la inmensa mayoría de propietarios de vehículos, sino también profesionales de la limpieza, lavan de forma inadecuada. Se trata de simple desconocimiento. En mi caso por ejemplo, cometí en el pasado todos y cada uno de los errores que voy a detallarte a continuación. Sin embargo, gracias a esos errores, buscando soluciones, conocí el apasionante mundo del detailing y logre, con un poco de investigación y ensayos lograr el aspecto que quería para mi coche y evitar que siguiese perdiendo brillo.

Es importante lavar bien el coche, o cualquier otro tipo de vehículo y hacerlo con regularidad. No solo por la estética, sino por alargar la vida del mismo e incluso por seguridad en la conducción. Los excrementos de aves, impactos de insectos, resina, polen, etc., se deben limpiar lo antes posible, ya que contienen componentes agresivos que terminan dañando la pintura.

Paso a enumerar errores que quizás estés cometiendo y que provocarán que tu coche:

• No quede completamente limpio.
• Se produzcan pequeños arañazos que verás claramente bajo el sol.
• Comience a contaminarse y notes como la carrocería se vuelve áspera al tacto y opaca.

Lavar en túneles de rodillos

Sí, son muy cómodos, ya que todo es automático con el consiguiente ahorro de tiempo, pero ¡la inmensa mayoría arañan!. La fuerza de esos rodillos, la presión inadecuada, sumada a los restos de suciedad de otros vehículo, producen desgaste en la pintura de tu coche. Bien sean de fibras sintéticas, bayetas, lana, etc. casi todos arañan. Estos defectos se aprecian rápidamente en vehículos nuevos o recién pintados, especialmente en los de tonalidad oscura.

Los jabones que se emplean suelen ser bastante agresivos y acabarán con cualquier tratamiento de protección, como la cera y terminarán por dañar plásticos y gomas.

El programa final de secado nunca termina de quitar todos los restos de agua y estos al secarse dejarán marcas en la carrocería.

Para colmo, muchos de estos túneles de lavado proyectan cera líquida que harán que se manchen los cristales y que las gomas y los plásticos terminen blanquecinos.

Además de todo lo comentado, no siempre limpian de forma correcta el vehículo: La llantas suelen quedar sucias y además se corre riesgo de que dañen los espejos, antenas de radio, etc.

Lavando con lanza de agua a presión

Sistemas muy comunes en centros de lavado o gasolineras. Presentan algunas ventajas frente a los túneles de lavado. Hay menos probabilidad de arañar, ya que no existe tanta fricción. Pero has de tener en cuenta que:

El coche tampoco queda del todo limpio si la suciedad acumulada es elevada, con restos de mosquitos en verano o de sal de las carreteras en invierno. Observarás al secar el coche que quedan restos de suciedad.

En un esfuerzo por acabar con toda la suciedad, se emplean jabones fuertes (muy alcalinos) que consiguen terminar con tratamientos como los de encerado.

Un error común es acercar demasiado la lanza a la carrocería, lo que puede producir daños en la pintura por una elevada presión.

Combinar la lanza con cepillos de para enjabonar es otro error que causa arañazos muy característicos.

Otro error es no lavar adecuadamente los pasos de rueda y las llantas. A muchos propietarios parece que les de miedo limpiar esas zonas.

Lavando a mano

Sin duda es el mejor sistema para conseguir quitar toda la suciedad, pero puede ser igual de dañino si no lo haces de forma adecuada.

Lavar bajo el sol o con temperatura del vehículo muy alta

Hace que los jabones se sequen pudiendo dejar manchas.

Siempre que laves el coche hazlo a la sombra o con el coche lo más fresco posible.

Deslizar la manguera sobre la carrocería

Mientras aclaras el vehículo debes evitar, a toda costa, pasar la manguera sobre la pintura o cristales ya que dejan marcas de goma muy características y en el peor de los casos, si arrastran arenilla, severos arañazos que observarás rápidamente.

También debes evitar arañar con tu propia ropa, en concreto con cremalleras y hebillas.

Usar esponjas, trapos o cepillos

Suelen ser materiales poco respetuosos con la pintura y existe alto riesgo de arañar.

Utiliza mejor guantes de lana natural de cordero o de microfibras. Debes asegurarte además de mantener siempre limpios estos accesorios de limpieza.

Emplear jabones formulados para la vajilla o la ropa

Los jabones que no han sido fabricados para lavar vehículos son demasiado fuertes (muy alcalinos, pH >9), no aportan lubricación y hacen que el brillo de la pintura se vaya perdiendo.

También desgastan los faros u ópticas (que pierden su transparencia) y van apagando el tono de los plásticos y gomas.

Adquiere champús específicos para el lavado del coche, de pH neutro, que aporten lubricación y brillo basado en polímeros (no ceras).

Limpiar los cristales con productos domésticos

Estos contienen amoniacos que pueden causar dañar el tratamiento que llevan las lunas, especialmente las viniladas, además de plásticos y gomas.

Utiliza limpiacristales específicos para el coche, basados en alcoholes.

Limpiar las llantas con KH7, cillit bang o similares:

Se trata de productos altamente alcalinos (pH >11), pensados para eliminar grasa y no la suciedad de las llantas (básicamente ferodo procedente de las pastillas de freno).

Pueden llegar a quemar el barniz, si se trata de llantas pintadas y dejar mate otros materiales como los cromados o metales.

Deterioran las pinzas de freno (más aun si no están pintadas), que se volverán blanquecinas y más tarde oxidarán.

Dañan la goma de los neumáticos, dejándolos muy marcados.

Utiliza productos específicos para las llantas, evitando los muy ácidos o muy alcalinos. En la actualidad encontrarás productos de alto rendimiento, de PH balanceado que se combinan con descontaminadores férricos.

Secar de forma inadecuada

No secar: Deja marcas del agua y restos jabonosos. Las marcas de cal son muy difíciles de eliminar pasado un tiempo. Secar el vehículo es una parte más del lavado.

Secar circulando a alta velocidad: No es tan buena idea como parece: Siempre quedan restos de agua que dejan mancha y se corre riesgo de contaminar las zonas húmedas.

Utilizar toallas de cuero, algodón, camisetas o paños sucios: Arrastrarlos sobre la carrocería puede causar más de un arañazo.

Lo mejor es utilizar toallas de microfibra específicas para el sacado del coche y usar el método de posar la toalla en lugar de arrastrarla.

Olvidar los marcos de la puertas

Para mi son parte del exterior del vehículo. La superficie está pintada de la misma forma que el exterior, se humedece y se ensucia al a par.

No limpiarlos y secarlos cada vez que lavas el coche produce que se acumule ahí cada vez más suciedad, polvo y marcas de agua.

Puedes limpiar y secar al mismo con una toalla de microfibras (bien mullida) y un limpiador en seco, quick detail o APC.

¿Sorprendido?

¿Has cometido o cometes algunos de estos errores?

En próximos artículos trataremos otros errores, como los de la limpieza del interior del coche.